México sufrió este miércoles el mayor fracaso en un Mundial de fútbol en cuatro décadas.
La selección mexicana quedó eliminada de Qatar 2022 en la fase de grupos, algo que no ocurría desde 1978. En los pasados ocho mundiales, el Tri fue un invitado indispensable en los octavos de final.
El equipo mexicano empezó su participación en este Mundial con un empate con Polonia (0-0), siguió con una derrota ante Argentina (2-0) y terminó con la necesidad de golear a Arabia Saudita, pero solo pudo conseguir un 2-1.
El entrenador argentino Gerardo “Tata” Martino anunció tras la eliminación que deja el equipo, luego de cuatro años en los que la luna de miel con la afición se hizo un infierno en los últimos dos años.
“Yo soy el máximo responsable de este fracaso”, dijo al terminar el partido y ofrecer su análisis.
“Con Polonia no pudimos demostrar la superioridad que tuvimos y con Argentina pudimos haber enfrentado el segundo tiempo con nuestras formas habituales. Durante el partido de esta noche [contra Arabia Saudita] se notó la superioridad de México en todo el partido”.
Entrega una participación mexicana en Qatar 2022 con tres resultados decepcionantes. ¿Qué es lo que falló?
1. La sequía de goles
México llegó a su tercer partido del Grupo C de Qatar 2022 con cero goles a favor.
El equipo de Gerardo Martino no pudo marcar contra Polonia (0-0) y tampoco en la derrota contra Argentina (2-0). Esos marcadores llevaron al Tri a estar obligado a golear en el último partido.
A excepción del partido contra Argentina, donde Martino buscó ser más precavido en el fondo, México fue el dominador en los encuentros contra Polonia y Arabia Saudita.
La generación de fútbol en la delantera fue positiva, pero el Tri no encontraba al hombre que rematara.
Hirving Lozano, Edson Álvarez, Alexis Vega, Henry Martín, Raúl Jiménez y Uriel Antuna, los hombres clave en el frente mexicano, fallaron una y otra vez en los remates finales.
Y no fue por falta de opciones: en sus primeros dos juegos, México generó 15 remates, pero solo 5 iban dirigidos al arco rival.
Ya con la necesidad de golear en el tercer partido, el Tri fue una máquina de generar oportunidades, con 26 remates, pero solo dos goles.
México pudo evitar que la diferencia de goles con Polonia le causara el fracaso.
2. Las estrellas que no lo fueron
Desde hace tiempo, la responsabilidad de liderar al equipo mexicano en la cancha ha pasado entre varios jugadores, sin un cabecilla indiscutible.
El goleador Raúl Jiménez lo era hasta 2020, cuando sufrió una fuerte lesión en la cabeza con su club, el Wolverhampton inglés, y el notable ascenso en su carrera se vio interrumpido.
Se esperaba que con la selección mexicana recuperara su nivel y fuera un factor a favor al entrar al campo, pero el autor de 40 goles en 88 partidos con México tuvo una escasa participación.
Andrés Guardado, el capitán de la selección, llegó a su quinto Mundial con 36 años y un nivel futbolístico menguado. Al igual que Héctor Herrera, que en el último semestre bajó su nivel al pasar del Atlético de Madrid español al Dyamond Houston de la liga de EE.UU.
Rogelio Funes Mori, un delantero naturalizado mexicano que se hizo frecuente en las convocatorias de Gerardo Martino, solo marcó tres goles en el último torneo de la liga mexicana.
Su convocatoria fue defendida por Martino, quien recibió críticas por dejar fuera a otros delanteros en mejor momento. Aun así, el entrenador no lo consideró entre los titulares y lo metió de recambio en los últimos 10 minutos del tercer partido.
3. Los problemas estructurales
Por encima de los buenos y malos momentos que viviera el fútbol mexicano previo al Mundial, el Tri siempre había elevado su nivel al arrancar su participación en las Copas del Mundo.
En fases de grupos anteiores consiguió resultados importantes, como las victorias ante Alemania, Francia e Italia, Incluso un empate ante un Brasil que jugaba en casa.
Pero esos resultados han sido más excepcionales que producto del crecimiento del fútbol mexicano.
Y es que en la selección mexicana repercute la salud de su liga local, la cual ha venido a menos.
Desde la década pasada, México permite a los clubes de la Liga Mx tener una plantilla con 10 extranjeros.La mayoría de ellos son delanteros, lo cual limita el desarrollo de atacantes mexicanos.
El descenso fue abolido en 2020 en la primera división y a la fase eliminatoria de las finales acceden 12 de los 18 equipos. Ambos factores, apuntan los analistas, desincentivan la competencia y obstaculizan el desarrollo del fútbol mexicano.
Además, los clubes solo pueden participar a nivel internacional en torneos de la región de Concacaf, sin el roce con equipos sudamericanos que tenían en la década de 2000 con Sudamérica.
Esos factores influyen en la poca producción de jugadores internacionales. Solo algunos mexicanos juegan en equipos de segunda línea de Europa, como el Napoli italiano, el Ajax neerlandés o el Wolverhampton inglés.
Así, la oferta de buenos jugadores para la selección mexicana ha disminuido en los últimos años, y los que son regulares en las convocatorias no tienen competencia.
Y esto se reflejó en Qatar 2022.